¿Hace cuánto tiempo te dedicas a hacer tus mini esculturas de caricaturas?
Hace ya aproximadamente 7 años, cuando comencé mi carrera universitaria, entendí que esto era lo que quería hacer por el resto de mi vida, y decidí dedicarme por completo al arte. En cuanto a que mis esculturas Aleyellow sean en miniatura, es una preferencia personal, ya que el pequeño formato permite inmortalizar a la persona que se está plasmando en la escultura, de una forma creativa y distintiva, que puede ser ubicada en cualquier lugar, ya sea una casa, un apartamento, o un espacio muy reducido.
Sabemos que la base de todo es un dibujo, una caricatura. En tu caso, ¿hay otros artistas que hacen esculturas de ese tipo o es un arte que has creado tú?
No, no soy la primera en realizar este tipo de arte, y de hecho tomé como referente a muchos artistas tanto nacionales como internacionales, como es el caso de Fedor Colón, quien es un artista nacional que se dedica a hacer las esculturas en pequeño formato también. De hecho, yo me enteré de lo que él realizaba cuando leí una entrevista que le hicieron en un periódico nacional. Quedé fascinada cuando vi sus trabajos, porque yo sólo había visto ese tipo de obras en artistas internacionales, como es el caso de Plsticcell, Jim McKenzie, Nikonovich, entre otros.
Todos ellos han sido mi inspiración, pero especialmente Colón por ser un artista venezolano, ya que me motivó que si él podía hacerlo aún en las circunstancias del país (por ejemplo con la dificultad para obtener los materiales), yo también podía lograrlo con mucho empeño.
¿En qué te inspiras para realizar el trabajo creativo?
Lo que más me inspira es precisamente la persona a la que estoy plasmando en la pieza, su esencia, lo que la hace única e irrepetible. El hecho de poder inmortalizar la imagen de alguien alimenta mi inspiración. El proceso creativo toma aproximadamente 2 semanas, y los pasos a seguir aunque siempre son los mismos, lo que hace que cada obra sea distinta es el conjunto de rasgos de la persona que va a estar plasmada en ella que la hacen única y especial.
¿Sigues alguna rutina o ritual para trabajar? ¿Cómo es tu taller, el espacio donde trabajas?
Me encanta escuchar música para potenciar mi creatividad mientras trabajo, desde blues, rock, alternativo, hasta pop y electrónica. También me encanta ver series, o más bien oírlas, pues extrañamente, el hecho de tener un diálogo o una trama de fondo mientras trabajo me permite mantener la concentración en lo que estoy realizando con mis manos y evitar distraerme con otras cosas.
Trabajo en mi habitación, es un espacio relativamente pequeño pero lo acondicioné para convertirlo en la burbuja donde puedo estar inmersa a diario y concentrarme en el proceso creativo. Tengo mi mesa, mis estantes, mis materiales, mis herramientas, y con eso es suficiente.
¿Se puede vivir del arte y para el arte?
Claro que sí, pero es necesario tener mucho valor, muchas agallas, y saber, entender y creer que lo que tú haces tiene valor e importancia. No es solamente hacerlo, sino tener un propósito de por qué hacerlo, eso es lo que le permite a uno continuar en el arte. Uno puede ser un gran artesano, hacer que el cerebro y las manos se coordinen con un mismo objetivo, pero también está lo que quiere expresar tu corazón, tus sentimientos y emociones. Creo que cuando esas 3 partes hacen engagement, no sólo realizas trabajos de mayor calidad, sino que también obtienes el impulso para continuar día a día en lo que deseas.
Cuando consideramos la situación país, es más necesario que nunca tener esa fuerza interna que te lleva a crear, pues estamos en una situación que puede quebrar a cualquiera en cualquier instante.
¿En alguna oportunidad has pensado dictar clase o ser mentora de nuevos talentos?
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